Capítulo 222

Al escuchar los disparos desde la parte superior del almacén, el color del rostro de todos en el sótano cambió drásticamente.

Luis, con el rostro sombrio de ira, gritó furioso a Benito, “Maldición, definitivamente arrastrado por tu culpa“.

* Y ahora qué hacemos? Arriba definitivamente no es una opción“.

Benita, igual de furioso, replicó, “Si no fuera por tu insistencia en ver la mercancía fresca con tus propios ojos, ¿por qué diablos habría elegido este lugar para encontrarnos?”

Luego gritó a sus hombres, “Hermanos, agarren la mercancía y vámonos por el túnel secrèto“.

En la parte superior del sótano, cuatro hombres de la familia Fuentes y los policías estaban furiosos.

Herminio atrapo a un hombre corpulento y bajo presión le sacó la ubicación de la entrada al sótano.

Tan pronto como el hombre reveló la ubicación, fue ejecutado de un disparo.

“Ja, hasta pusieron trampas“.

Dentro del sótano, uno de los hombres de Benito preguntó.

“¿Y qué hacemos con los niños?”

Benito sacó una pistola, “Mátenlos a todos.

Han visto nuestras caras, no podemos dejar testigos“.

Dicho esto, lideró el camino con Luis a través del túnel secreto.

“Tranquilos, cuando construimos este sótano, ya había previsto esto.

Solo mi gente conoce este túnel.

Síganme“.

hoy solo

༅ ྃ རྦ ༑ ྃ ོ རྗ ཥ ཧ

demonios filtró la

lo traicionó, juró que acabaría con toda

en una docena de camas, al escuchar que iban

batas blancas, levantando bisturís

solo podían mirar fijamente a

segundo sería su fin.

Pero entonces.

Bang, bang, bang…

disparos, seguidos por el sonido

par, viendo a aquellos con bisturís de repente florecer una flor de

de unos sonidos

el sótano, “¡Persíganlos, que no se escape

que casi les explota el pecho, las venas de la frente se hincharon y su furia fue como la lava de

“¡Estos monstruos!”

el rostro tenso, ordenó, “Si pueden capturar a alguno vivo, háganlo; si no, disparo a discreción“. Capturar a alguno vivo solo era para averiguar si había

monstruos, ni siquiera merecen la

fue tras los criminales que escapaban.

y algunos policías se quedaron para desatar a los

se acercaron

húmedo y oscuro, se ésparcía un olor nauseabundo.

fila tras otra de pequeñas figuras, atadas a las camas, sus ojos llenos de desamparo

escape tan

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velan aun más pálidos.

otros miraban filamente hacia arriba, algunos parecían tan aterrorizados que sus almas se hubieran

rescate fue

sus

niñas de unos once o doce años..

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