Capítulo 34: Solo Te Tengo a Ti

La palabra “esposo» salió de sus labios con una dulzura especial. Santiago se quedó paralizado

por un momento.

-No me queda nada… Me echaron de casa, todo mi dinero te lo di a ti, yo… solo te tengo a ti.

Valentina parecía extremadamente afligida. Santiago recordó cómo, en el restaurante Gourmet, ella había soportado humillaciones y maltratos, pero aún así había defendido el honor de él. Con

pensarlo, La intención de Santiago de apartarla se detuvo.

-Si quieres vengarte, puedo ayudarte–ofreció.

No solia ofrecer su ayuda así, pero dada la forma en que ella lo habia defendido, estaba dispuesto a hacer una excepción. Pero después de un rato, no recibió respuesta. Frunció el ceño y bajó la mirada, solo para encontrar que Valentina ya se había dormido en sus brazos. Su rostro estaba apoyado en su pecho, y un hilo de saliva se deslizaba por su boca.

-¡Qué asco!

Santiago la miró con desdén, pero aun así la cargó y la llevó al baño. Apenas entraron, se arrepintió de su decisión. Habían hecho lo que debían y no debían hacer, más de una vez.

Conocía cada centimetro de su piel, pero lavarla era una tortura para él. La excitación lo

de pensamientos salvajes. Después de limpiar a Valentina y acostarla en la cama, Santiago regresó al baño y se duchó con agua fria durante dos horas

deseos.

pateado las sábanas, dejando sus piernas blancas al descubierto. La intensa atracción visual hizo que el deseo que Santiago había reprimido volviera a surgir. Se acercó sin poder apartar la mirada de

es

cuenta de que estaba actuando como un adolescente incapaz de controlarse, Santiago se rio de sí mismo, cubrió a Valentina con las sábanas y salió apresuradamente de

así que decidió llamar a

Coralia fueron despertados de su sueño, ya que recibieron una llamada convocándolos a una reunión por videoconferencia con el señor Mendoza. Nadie se atrevió a tomarlo a la ligera. En el video, solo se veía la silueta de alguien

BUNUS

trabaja Leandro Cabrera? -La voz baja

nerviosos, asegurándose de que en sus compañías no hubiera ningún Leandro Cabrera, hasta que una voz

empresa, solo es un pequeño jefe

-ordenó Santiago con frialdad antes

confundidos. ¿Todo ese alboroto solo para despedir a una persona? En menos de diez minutos, en algún apartamento de Coralia, Leandro fue despertado por

-Leandro, estás despedido.

Leandro se quedó atónito.

-¿Por qué?

directa del señor Mendoza. Piensa en

teléfono. En ese

con la Compañía Hamilton iba tan bien, ¿por qué de repente quieren terminarla? ¡Y

en la voz del esposo

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