Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0158

Julio le habló con total tranquilidad.

Los ojos de Silvia se estrecharon en ese momento. Siempre había sabido que la identidad del Luis en el extranjero no era simple, pero nunca supo exactamente qué hacía. En muchas ocasiones, ella se daba cuenta de que él sufria graves heridas.

Hacer cosas que perjudiquen a los demás y no lo benefician a uno mismo, eso no es tu estilo Silvia fingió estar tranquila.

La imponente figura de Julio se interpuso de inmediato ante ella.

-¿Escuchándote hablar, parece que me conoces bastante bien? ¿Cómo sabes que no me beneficio a mí mismo?-su garganta se movió ligeramente.

Silvia lo miró directamente a los ojos:

-Gastar más dinero en hacer negocios insuficientes, ¿no es perjudicarse a uno mismo?

Julio se rió friamente.

Estás totalmente equivocada. Nunca hago negocios para perder. Sentado en mi posición actual, sé que hay ciertos negocios que no son por dinero.

¿Por qué durante todos esos años había estado aplastando las empresas de Luis en el país, haciendo que luchen por sobrevivir? ¿No era acaso para desahogar su ira? Si no fuera por Luis, ¿ Silvia se atrevería a hablar de esa forma con él ahora? Al pensar en eso, Julio se llenó de total

indignación.

pesar de que se conocían desde hacía más de una década, ya sea después de casarse o ahora, ella nunca en realidad lo entendía. Del mismo modo, Julio nunca

qué haces esto? -le preguntó ella en

difícil, para hacerte sufrir le dijo

de Silvia se hundió profundamente en su palma. Quería abofetear

engaño matrimonial,

pesadamente sobre su hombro, inclinándose hacia su

haber escapado, no deberías

había sufrido durante esos años? Silvia bajó

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-Asi que, verdad?

que

de Julio se apretó al

he intimidado?

de casarse, aún podia ser considerado bueno

dado dinero sin límite alguno, aparte del amor, ¿qué es lo que realmente quieres

todos los gastos mensuales. Esas cuantiosas sumas de dinero,

dinero de

usado ese dinero, lo que quiero no son esas

no tener hijos. Bajó la cabeza con sutileza para besarla. Silvia se sobresaltó un poco por el repentino

labios delgados cayeron directo sobre su frente, luego en su rostro… Silvia no pudo evitar levantar la mano para golpearlo. Pero Julio