Capítulo 43

En aquel momento, si me hubieran preguntado eso, mi corazón quizás habría temblado un poco.

Pero en ese momento, había aceptado el hecho de que “Isaac nunca tuvo sentimientos por mí”, así que no tenía ganas de preguntarle más.

Solo la miré con indiferencia y le dije: “Si estás tan segura, ¿por qué vienes a buscarme todos los días como si estuvieras loca?”

Debía estar muy nerviosa para ir a mi oficina desde temprano en la mañana, como si una esposa legitima confrontara a su rival.

Al ver que no me alteraba, Andrea se impacientó un poco y, sin esperar a que yo preguntara, dijo como si hubiera ganado: “Es por mi.”

Apoyó sus manos en mi escritorio, inclinándose ligeramente hacia adelante, como mirando a un enemigo derrotado: “Cloé, si no fuera por mi, jél nunca se habría casado contigo! ¡Ni siquiera sabes dónde está la puerta principal de la familia Montes!”

Al oír eso, apreté la palma de mi mano con fuerza, y una sensación indescriptible se extendió por mi corazón, apretándolo. Entonces, incluso casarse conmigo había sido algo que había hecho por necesidad, por otra persona.

Mi corazón se llenó de tristeza, pero luego lo reprimi y la miré con sarcasmo diciendo: “¿En serio?

Entonces parece que deberias agradecerme por estar disp a casarme con Isaac, de lo contrario,

¿Crees que podrías estar aquí hablando conmigo?”

¡Ya te habrian expulsado del país!

y de repente se enojó, mordiéndose el labio, dijo: “¿De dónde sacas tantos

te pongas así.”

“Si no me agradeces, está bien, pero no tienes que ser tan hostil conmigo, te hace parecer desagradecida y sin corazón.”

“¡Cloé!”

con la mirada, pero después de esperar un rato, no

fijamente mi oreja, respirando con dificultad,

quien quería llevarse estos

quien insistió en

diciéndolo

enojó aún más, diciendo con voz severa: “ilmposible! Además, ustedes están a punto de divorciarse, ¿cómo tienes la cara para

“También sabes

no lo estamos.

es

vete a pedirselo

1/2

Capitulo 43

con ella, así que me levanté pensando en ir al baño. Los síntomas del embarazo, náuseas, somnolencia, frecuencia urinaria, no me

repente, ella dio dos grandes pasos hacia mi, agarró mi brazo, y la otra mano se extendió directamente hacia mi oreja gritándome frenéticamente: “¡Eso es

desesperada, mi oreja fue tirada dolorosamente sin previo aviso, y no me atreví a enfrentarme a ella en

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255