Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 218

Acababa

de llenarme, dejé el tenedor y le pregunté: “¿Aceptaste verlo?”

“Si, acepté.”

Leticia me ayudó a recoger las cajas del servicio a domicilio explicándome: “Fue muy inmaduro hace un par de días, no escuchaba lo que decía, y hay cosas que por teléfono no se pueden aclarar. Mejor verlo una vez más y terminar esto de una vez.”

Estuve de acuerdo: “Te apoyo.”

“¿Entonces me acompañas?”

“Por supuesto.”

Sonreí y bromeé: “¿Y si no voy y te secuestra para venderte, qué hacemos?”

El lugar que habían elegido era el mismo club privado de siempre.

puerta del salón privado. Pensé por un momento y le dije: “Tú entra, si estoy yo, hay cosas que no se podrán decir. Cualquier cosa me llamas y

Leticia asintió y empujó

con bandejas de frutas y platos, sintiéndome fuera de lugar, asi que decidi caminar hacia el jardin colgante no muy lejos de alli. Había llegado el invierno, y las noches en Puerto Nuevo eran frías y húmedas. Pero ese club habia invertido mucho en su jardin colgante, haciéndolo hermoso y lujoso. Con sus montañas artificiales y aguas corrientes, no faltaban las plantas raras. Habian creado un

escuché a Isaac preguntar con un tono frio: “¿Lo de Abril fue obra tuya?”

¿A quién le estaba preguntando? ¿Se refería a que Abril queria casarse con él? Pronto, otra voz

frío, contestó: “Presidente Montes, sin pruebas, no hay

que fuiste tú.”

te lo estoy diciendo bien claro, mejor te mantienes

te preocupes por eso.”

“Mis intenciones hacia ella siempre han sido sinceras. No como tú, que la has herido una

“Qué lástima.”

tranquilo y sonriendo, replicó: “No importa cuán sincero seas, ella siempre será mi

mantenerla amarrada

стеб

sonrió levemente.

contestó: “¿Por qué me desesperaria?