Capítulo 463

Esa vez la mujer respondió: “No, es la otra.”

“¿La otra?”

Vicente se estrujaba el cerebro, pero no recordaba nada. Sin embargo, sabiendo que de su novia no obtendría más información, no se detuvo mucho en eso y solo dijo: “Está bien, ya entiendo, gracias mi amor, te amo.“”

Después de consolarla un poco, colgó el teléfono y llamó a su asistente: “Investiga a las fundadoras de Nancy&Dorcy, quiero sus datos y fotografías.”

Si lograba que Isaac recuperase a su exesposa. De ahí en adelante, seguramente serían invitados de honor en Ventana del Mundo. ¿Qué más podría preocuparle?

Al día siguiente, pensaba en el regreso de Camilo a la casa de los Galindo esa noche y, después de terminar el vestido de Rosa Yáñez, me sentía algo inquieta.

Leticia, viéndolo claro, me dijo: “De nada sirve que te preocupes, además, ¿crees que Camilo tropezaría dos veces con la misma piedra?”

‘Es solo que me preocupo…”

qué estás

sonrió y me hizo sentar en el sofá preguntándome: “¿Qué crees? Para Camilo, ¿qué es

quedé pensativa, como si empezara

preguntó: “¿Ya caíste? Después de tanto esfuerzo por conquistarte, no se embarcaría en algo a menos que estuviera completamente

no teme ni al mismísimo

con un punto débil, la historia cambia.” Dijo

había dicho la

el accidente en el laboratorio

detenerlo. Pero también sabía que no podía hacerlo. Él necesitaba recuperar todo lo que pertenecía a la familia Galindo, por su madre, por él

llamada era de Rosa. Contesté y la voz suave de Rosa llegó desde el otro lado diciéndome: “Cloé,

de terminar

distrayéndome y preguntándole: “¿Estarás en Villa del Mar estos días? Si tienes

“¡Sí!”

“Tengo tiempo hoy, justo acabo de mudarme, ¿quieres venir a ver mi nuevo

“¿Hoy?”

qué complejo te mudaste? ¿Te lo llevo esta tarde?”

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