Salvador frunció las cejas, confuso.

«Cuando nos fuimos, aquí había miles de núcleos de bestia. ¿Por qué ahora está vacío? Sólo ha pasado poco más de un mes desde que nos fuimos».

—Salvador, ¿crees que otras sectas o familias podrían haberse colado en esta ciudad para robar los núcleos de bestia? —preguntó uno de ellos.

Salvador asintió con la cabeza.

—Esa podría ser una posibilidad.

Después de la prueba anterior, muchas sectas y familias llegaron a conocer la existencia de esta ciudad. Podrían haber arriesgado sus vidas para colarse ahí y obtener para sí todos los núcleos de bestia.

—Vamos, volvamos e informemos de este asunto al presidente Zapata. Se trata de un incidente grave —declaró Salvador.

Sabía que era un asunto grave.

Si una secta o una familia se había hecho con todos los núcleos bestiales, el liderazgo en el mundo de las artes marciales de la Ciudad de Jade cambiaría pronto de manos.

Después de todo, los vastos recursos disponibles ahí serían capaces de nutrir a muchos luchadores de élite.

Salvador y el resto estaban a punto de marcharse cuando de repente se detuvieron en seco y se giraron para mirar por encima del hombro, confusos.

Se dieron cuenta de que un aura se había fijado en ellos. No se atrevieron a moverse ni un milímetro. Después de darse la vuelta, vieron a Jaime saliendo de su escondite. El asombro cruzó sus rostros.

—Jaime, ¿sigues vivo? preguntó Salvador, con una voz llena de incredulidad y horror.

siguen vivos, ¿cómo voy a morir yo

cuerpo. Estos cuatro hombres sólo consiguieron aumentar su fuerza gracias a la

sufriendo, Jaime no pudo evitar que el odio invadiera su

se volvieron cautelosos al

juntos contra Jaime y matémoslo. Si volvemos con su cabeza, el presidente Zapata nos dará

liberaron su

marqueses de artes marciales, así que su fuerza combinada no era

tienen ganas de morir —declaró Jaime mientras resoplaba

horripilante ráfaga de energía espiritual se lanzaba al

alcanzado el tercer reino del Alma Naciente, su fuerza había aumentado exponencialmente. Antes de que Salvador y los otros tres pudieran acercarse a él, fueron lanzados por los aires por

—balbuceó Salvador, incapaz de formar

uno voz

morir yo ontes que

envolvío su cuerpo. Estos cuotro hombres sólo consiguieron oumentor su fuerzo grocios o

estor sufriendo, Joime no pudo evitor

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