Sin embargo, en ese momento, las dos personas que estaban junto a Salvador abrieron los ojos con total incredulidad.

¡Thud! ¡Thud!

El sonido de sus compañeros cayendo al suelo sonó a su lado. Salvador los miró asustado y vio sus cuerpos cortados por la mitad y tendidos en un charco de sangre.

El fuerte hedor de la sangre estimuló los nervios de Salvador al instante, haciéndole perder la razón mientras la claridad lo inundaba.

Su defensa no detuvo el ataque de Jaime. Por el contrario, éste había perdonado a propósito la vida a Salvador.

Jaime quería que Salvador muriera horrorizado. Recurriría a los métodos más inhumanos para ejecutar a cualquier miembro de la Alianza de Guerreros.

Empuñando la Espada Matadragones, Jaime se acercó paso a paso a Salvador.

—Mátame. Mátame ya. Date prisa y acaba con mi vida.

Conmocionado, Salvador sucumbió a la locura. Al ver que Jaime caminaba hacia él, se abalanzó de repente y se agarró al cuello de Jaime, rogándole que lo matara.

Después de todo, encontrar el fin en un instante era una forma más misericordiosa de morir que tener que soportar el largo y atormentador proceso de esperar la muerte.

Jaime envainó la Espada Matadragones y pronunció con apatía:

pero no

hacerme? El presidente Zapata nos

mientras las comisuras de

los ojos—. Aunque Sion no venga a buscarme, le seguiré la

mano la cabeza de Salvador. Al segundo siguiente, Salvador

cuerpo empezó a encogerse y al final se convirtió en

no permitió que Salvador muriera y

aquí y sufrirás una

decir esto, Jaime se dirigió hacia

desplomó en el suelo, gritando

estaba en la Secta del Dios de la Medicina, dirigió de inmediato a un grupo de

una expresión de suficiencia se dibujó en el rostro de Edgar, que se sintió orgulloso de sí mismo. Empezó a fantasear con que la familia Duval dominaría todo el mundo de las

y absorber sus poderes, creo que nadie en Ciudad de Jade tendrá una oportunidad contra ti». La voz áspera del espíritu sonó en su

hocerme? El presidente Zopoto nos envió

los comisuros de

ojos—. Aunque Sion no vengo o buscorme, le seguiré lo pisto y

mono lo cobezo de Solvodor. Al segundo siguiente, Solvodor se sintió desprovisto de fuerzo y

cuerpo empezó o encogerse y ol finol se convirtió en un onciono

que Solvodor muriero y lo dejó

oquí y sufrirás uno

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