Aunque Jaime dominaba un poco la técnica del encantamiento, no pudo entender nada cuando vio aquel amuleto.

—Esto es del señor Salazar. Te salvará la vida en un momento crucial —Javier le entregó aquel trozo de amuleto a Jaime.

—¿Un amuleto que salva vidas? ¿Tan increíble es esta cosa? —Jaime examinó el amuleto después de recibirlo.

—El señor Salazar dijo que debías traer este amuleto contigo hoy porque hoy te enfrentarás a un peligro fatal.

Javier dio media vuelta y se marchó, dejando a Jaime solo en el espacioso vestíbulo.

Después de guardar el amuleto, Jaime salió del Ministerio de Justicia.

En ese momento, Teodoro ya estaba esperando a Jaime en la entrada con un coche, y lo llevaría en persona.

Teodoro bajó la ventanilla del coche y dijo:

—Suba al coche, señor Casas. Lo llevaré fuera de la ciudad. Creo que nadie se atreverá a meterse con el Ministerio de Justicia.

Jaime no rechazó la oferta y de inmediato subió al vehículo. Luego, el coche arrancó a toda velocidad hacia las afueras de la ciudad.

Justo después de que Jaime y los demás abandonaran el Ministerio de Justicia, Sion recibió la noticia.

—¡Hmph! Debo hacer que me traigan hoy la cabeza de Jaime —Sion resopló.

Gilberto, de pie junto a Sion, permaneció en silencio. Con una espada de cabeza de tigre atada a la espalda, giró sobre sus talones, subió a un coche y partió.

antes de ordenar a sus

del

vehículo. Sin embargo, al segundo siguiente frunció las cejas y una mueca se dibujó en

apresuró

he ordenado a mis subordinados que exploren

todos ustedes deben salir tan rápido como puedan. No se queden aquí

la cabeza y dirigió su mirada hacia la cima de una

vio a alguien de

Su cuerpo planeó en el aire como un pájaro durante un trecho antes de aterrizar con firmeza frente a Jaime y

estaba haciendo todo lo posible por contener su aura, Jaime aún podía sentir su

ceño de Jaime se frunció y

aquella persona ante ellos, su expresión cambió de golpe, y tropezó unos pasos

mientras se le iban

Ciudod de Jode, Teodoro detuvo el coche ontes de ordenor

Cosos, yo puede solir del vehículo. No hoy

y solió del vehículo. Sin emborgo, ol segundo siguiente frunció los cejos y uno mueco se dibujó

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