—¡No te acerques más, Katia! Me equivoqué. No te acerques. Te devolveré el elixir dorado. Te lo juro…

Hugo parecía haber visto algo aterrador mientras pedía clemencia una y otra vez.

Empujó con un brazo su abdomen y extrajo de su interior un elixir dorado en medio de un chorro de sangre.

Jaime le quitó el elixir dorado que brillaba con una luz tenue y se lo entregó a Forero, ya que había pertenecido a Katia.

Forero contempló el elixir dorado en la mano de Jaime con complicadas emociones en los ojos.

Poco a poco, extendió un brazo y lo recibió. Tras un momento de vacilación, abrió la boca y tragó el elixir dorado.

Una sensación familiar recorrió el cuerpo de Forero. En ese momento, le pareció ver a la mujer que amaba profundamente y que lo había traicionado.

Con un brazo extendido hacia delante, acarició el espacio ante él como si ella estuviera allí mismo.

Todo se debía al efecto de la energía mental de Jaime. Su intención era que Forero se liberara de aquella miseria suya.

Pronto, las mejillas de Forero se humedecieron con lágrimas mientras abrazaba el espacio vacío ante él.

que había llegado el momento. Por lo

gritó desconsolado, pero la figura que

miraba aterrorizado a

sentiría si aún estuviera viva para presenciar aquella

—¡Ah!

en sí, Hugo miró el sangriento corte en su abdomen. El dolor agonizante

miró la mano. Todo lo que había visto antes

más claro que el agua que Hugo era inferior a Jaime,

tienes algo que decir? —Jaime miró a Hugo con una mirada

estaba convencido de

favor, perdóname. Seré tu esclavo si me dejas vivir... —suplicó, bajando

perdone? —Jaime inclinó un poco la cabeza para mirar a

hacia

con ferocidad contra

vengar

Forero bramaba, arremetió contra

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