JUEGO DE SEDUCCIÔN. CAPITULO17. j Hasta que se me olvide!

Ténia que ser una broma. jTenia que ser ûna m*****a broma de Nathan pcro cuando Rex lo miré a los ojos él no parecia nada confundido.

—^Disculpa? — murmurô.

—Que lleves a Will a comprar el anillo de compromiso de Sophi — repitiô Nathan como si le hablara de comida—. El muchacho es disenador de autos, pero te apuesto a que no sabe absolutamente nada de joÿeria. Ademâs eres el padrino, tienes que ocuparte.

—Exacto —lo apoyô Will—. <»Vamos después del desayuno?

Rex lo mirô como si quisiera asesinarlo, pero finalmente asintiô. No le quedaba mas remedio que oegC'r jugando aquel juego.

Intenté pasar aquella resaca coi '^pi 'inas y café y sobre todo no mirar mucho a las rodillas rojts oe Sobhi, porque solo le venian a la mente los gemidos de la noche antcrior y eso sacaba lo peor de él.

Debïan ser cerca de las diez de la manana cuando por fin se subiô a su auto y esperé a que Will se subiera al asiento del copiloto para perderse en el trâfico de la ciudad. Ni siquiera se miraron, Rex iba concentrado en la carretera y sobre todo en las mil formas imaginarias de matar al hombre que ténia al lado. •

Por fin llegaron a una de las mejores joyerias en el distrito comercial de la ciudad y cuando se menciono el nombre de Rex Lanning, enseguida fueron atendidos.

El prôximo infarto llegô cuando empezaron a elegir entre todos aquellos anillos, porque Rex solo podia pensar en que Will no conocia para nada los gustos de Sophi, asi que estaba dividido entre ayudarlo o permitir que ella se disgustara con un anillo feo. i

—La verdad es que de mucha ayuda no fuiste —murmuré Will cuando salieron de allf.

—Tienes toda la razén —rezongé Rex respirando profundo—. Lo que deberias hacer es buscarte otro padrino de bodas porque yo para esta te aseguro que seré completamente inûtil.

Eso ya lo sabia —se limité a responder Will—, pero no pienso hacerlo. Me importa muy poco que ayudes o no, la unica razén paça pedirte que fueras mi padrino, fue porque quiero mantenerte vigilado de cerca.

Rex se giré hacia él cémo un rayo.

—<*Qué dijiste? —siseé.

—Tu me oiste perfectamente. ^Quieres que te preste mi licencia de conducir para que compruebes que no naci ayer? —Will era casi de su tamano y ténia la arrogancia propia de la edad—. <»Crees que no sé lo que hiciste hace nueve anos? A sus padres les dijiste "la alejé ", ipero yo sé muy bien que te montaste una orgia e hiciste que Sophi viera esa desvergüenza! »

Rex se puso palido primero y luego sus labios se apretaron con fiereza.

jEso no es asunto tuyo!

superar la burrada que hiciste. La vi pasar

si acabara de oler

mujer hace una semana? —le espeté sin

un brillo en los ojos que delataba su determinacién—. jEstaba sacandose la ûltima gota de veneno del cuerpo, pero lo importante no fue lo que hizo, sino a dénde regresô! Y regresô a mi, a casarse conmigo, a pasar el resto de su vida conmigo.

él, pero Will cerré la puerta del taxi y

»

Rex no tiene una pistola!

con el teléfono por un

yo sé, no —respondié—. <»Por

ordenar mi asesinato de un momento a otro —se rio Will —. Ya tengo tu anillo. Guardo el recibo para que

—Gracias, cielo.

va esa prueba de

aburrida, me siento como glaseado de pastel, pero al menos marna se la esta pasando bien, y bien pasada porque la champana ya le hizo efecto

amor por el resto del dia, que anoche dejamos cosas pendientes —sonrié Will—. Nos

muneco, dale

tienes de novio —Sophi sonriô colgando y un minuto mas tarde le

habfan puesto de acuerdo en la eleccién del vestido, pero

podia pensar con

future marido de tu

ri^émo se te ocurre!? Es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la boda

este apoyo moral tuyo antes del gran dia. Por

el enfado de Rex no habia desaparecido, tampoco iba a permitir que Meli terrninara haciendo una estupidez, asi que accedié a ir a recogerlas. Sin embargo cuando llegé, ya Nathan estaba alli, haciéndola tomarse un vaso de

llevo a casa, tu espera a Sophi y asegûrate de que elija algo, cualquier cosa, pero hoy

hombro y se largaba de alli.

rodeada de espejos, y varios sofas. Rex ni siquiera pensé en sentarse en uno de ellos cuando la voz de Sophi saliô de uno de

este es, marna! —decia—. jEspero que te guste porque a mi de verdad

aquel vestido de novia. Sophi se veia preciosa y llena de vida. El estilo era ajustado y coqueto, con un escote cuadrado que realzaba sus pechos, una cola larga y ajustada a la cintura. En aquel momento Sophi no se parecia a nada que él hubiera visto antes, llevaba el pelo recogido en una trenza

un segundo el ambiente se llené

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