Mi Frío Exmarido

Capítulo 50

“Imposible, Dorian.” La voz de Amelia era suave pero firme, “Mudarme aquí contigo es mi limite, no me presiones.”

Los ojos oscuros del hombre la rniraban fijamente, sin decir palabra.

Amelia tampoco cedia

Sus miradas se encontraron en el espacio cerrado.

Al final, Dorian fue el primero en ceder. “Vamos arriba.”

Ella asintió ligeramente, sin seguir discutiendo el tema.

Abrió la puerta y se bajó del coche, mirando a Dorian, quien también se bajaba..

Él activó el seguro electrónico y cerró el coche, rodeando el vehículo para acercarse a ella: “Vamos”

Amelia asintió levemente: “Sİ

Dicho eso, caminó hacia el ascensor.

Dorian se disponía a caminar junto a ella cuando de pronto una figura corpulenta y baja captó su atención periférica. La miró de reojo y de pronto puso su brazo sobre el hombro de Amelia, guiándola hacia el costado de una columna

Amelia lo miraba confundida.

Dorian le hizo una señal de silencio con los ojos, lanzando una mirada hacia atrás.

Instintivamente, Amelia siguió su mirada y vio a dos hombres que acababan de bajar de un coche y se dirigían hacia

ellos.

Uno era alto y delgado, el otro, bajo y corpulento; ambos rondaban los cincuenta años y vestían trajes elegantes.

no sabía que relación tenían esos hombres con él. Pero por la expresión de Dorian, parecía que no quería ser

que cuando llegó con Dorian al hotel, él estaba registrado como cliente y el personal no parecia reconocerlo. Según Frida, nadie sabía que

hombres se

de la columna donde se escondian Dorian y Amelia era limitado, era dificil no encontrarse con

y poniendo su mano

ancho de la manga del abrigo cubría su cabeza y ella se puso de puntillas, fingiendo un beso apasionado Incluso cuando la mirada del hombre bajo se encontró con la parte trasera de la cabeza de Dorian, ella apretó su

al aplicar fuerza, sus

sobresaltó, mirando a Dorian

brillaban con

queria retirarse, pero Dorian, tomando el control, la besó

la pareja apasionadamente besándose, desviaron la mirada con discreción y siguieron su camino, riendo y

alejaban, la puerta del ascensor se abrió y

besar a Amelia

de una breve pausa, se desviaron con

“Lo siento.”

Lo siento.”

al mismo tiempo, ambos hablaron y luego

“Subamos.” Dorian habló suavemente.

suave “Si lo siguió hacia el

que el ascensor se detuvo en el último

de él. No fue hasta que él cerró la puerta

llama Hugo,” explicó Dorian, mirándola fijamente, sin intenciones de ocultarle nada. “Hubo un problema en el hotel y como vine

con la cabeza: “Ah,

de antes, le dijo Dorian, sus ojos oscuros

incómoda bajo

solo un pequeño

tema: “¿Por qué

con un gesto

dio la vuelta y volvió a su

en la frialdad concentrada del trabajo. Sacó su teléfono móvil y llamó a Yael para pedirle que le enviara el