Capítulo 84

Ambos se quedaron en un impasse por un momento, y finalmente, Natalie cedió.

Después de ordenar la habitación, estaba a punto de cocinar, pero justo cuando abrió el refrigerador, sonó el timbre.

Era Matilda llegando. Había ido al hospital hoy para visitar a Leonardo, pero se enteró de que

había sido dado de alta.

ya

Al ver que era Natalie quien le abrió la puerta, Matilda se congeló y luego preguntó enojada: -¿ Qué haces aquí?

Natalie, impasible, le replicó: -Este es mi hogar, ¿no es normal que esté aquí?

Matilda apretó los dientes e indagó fríamente: -¿Dónde está Leo? Vine a verlo.

Diciendo eso, empujó a Natalie y entró directamente en la villa.

Cuando vio a Leonardo en su silla de ruedas, Matilda abrió los ojos de par en par y se apresuró

hacia él.

-Leo, tus piernas…

cambio, la miró y contestó tranquilamente: -El médico dice que es posible que nunca

-¡No!

incredulidad reflejada en su rostro mientras lágrimas

Leo. Encontraré al mejor médico para

hablemos de esto

Matilda

emociones.

que no es adecuado que ella se quede aquí.

volvió del extranjero, lo que dio a Natalie la oportunidad de

silencio por un momento antes de responder con indiferencia: – No es necesario. Ya llegamos a un acuerdo;

+15 BONUS

nunca se curan, estarás con ella para

lo prometo! Es sólo que estoy un poco preocupada. Mira, ahora

oportunidad de hablar cuando Natalie,

volveré a

escuchar eso, el rostro de Leonardo se volvió sumamente

en lo más mínimo las palabras de Natalie. ¡Lo que ella quería era que esa mujer no tuviera la

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